El spanglish

El spanglish, lengua híbrida en expansión

Spanglish

Ingañol… Espanglés… Pocho… Muchos nombres para una suerte de idioma híbrido del que todos hemos oído hablar, algunos creen poder definir y cuyos matices y orígenes conocen sólo unos pocos.

El término más extendido, Spanglish o Espanglish, fue acuñado por un humorista puertorriqueño que lo definió eminentemente como una españolización del inglés. Esto es, que no se trata de una simple mezcla aleatoria de ambos idiomas en el mismo discurso, o incluso frase, por parte de personas que dominan uno más que otro y son capaces de alternarlos sin aparente esfuerzo. Cuando se oye o lee a alguien expresarse de este modo, enseguida se habla de Spanglish, cuando en realidad la mezcla verdadera es la que constituyen los nuevos términos que se han ido creando, generalmente adaptaciones de palabras inglesas a la fonética del español.

Estos fenómenos se dan casi exclusivamente en Norteamérica, sobre todo en estados con grandes comunidades hispanas asentadas, pero también en países de la mitad sur del continente como México o Colombia. El español no ha repercutido tanto en los hábitos lingüísticos de los estadounidenses como ha hecho el inglés en los de los sudamericanos, y de ahí que se hable de esa españolización del inglés. Los saltos de un idioma a otro, más frecuentes en personas no del todo bilingües, se enmarcan dentro del concepto de code-switching, es decir, la aplicación variable de códigos lingüísticos. No debe confundirse el Spanglish con los anglicismos del español (líder, fútbol, o los que no han variado como footing, parking), ni con los españolismos del inglés. La verdadera fusión morfosintáctica y semántica, el auténtico idioma híbrido, el Spanglish más genuino, es aquel que probablemente no entenderían ni hispanoparlantes ni angloparlantes puros.

Nos referimos a esos nuevos términos y a los llamados falsos amigos, a las adaptaciones de palabras inglesas que han ido más allá de los límites de la fonética lógica o a aquellas cuyo significado se ve alterado, respectivamente. Un excelente ejemplo es la expresión ‘vacunar la carpeta’, que nosotros los españoles entenderíamos pero sin encontrarle un sentido coherente, pues emplea palabras reales con un significado distinto al que conocemos. Proviene del inglés ‘vacuum the carpet’, o lo es que es lo mismo, ‘aspirar la alfombra’. En estos casos se toman palabras oficiales del español por pura homofonía con las inglesas, y cuyos significados solo coinciden por mera casualidad. Agriar, en Spanglish, no es estropearse el sabor de la leche o el carácter, si no estar de acuerdo (del inglés to agree).

Mediante estas fusiones han ido apareciendo nuevos verbos, como parquear (aparcar, del inglés ‘to park’) o bilivar (creer, de ‘to believe’). También han surgido sustantivos, como troka (camión, truck), brekas (los frenos, brakes) o guachimán (vigilante, watchman). Más difícil de entender son sin duda expresiones cotidianas traducidas literalmente, del orden de ‘Llámame hacia atrás’ (vuelve a llamarme, de ‘call me back’) o ‘juégatelo frío’ (tómatelo con calma, ‘play it cool’).

Maybe if vosotros vais a los United States y guacheáis cómo hablan algunos over there, entenderéis lo que minamos, y estamos very sure de que no os disapontará. De hecho, we are positivos de que lo enjoyaréis como never!

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