Colonia, una Alemania inesperada

Es inevitable que a nuestra mente acudan tópicos cuando se nos menciona a un país o nacionalidad. Por ejemplo, pensemos en Alemania y qué imagen o datos históricos nos vienen a la cabeza.

Comencemos por algo “sabido” por todos los colegiales: que el Imperio Romano no pudo llegar al territorio de la actual Alemania. En el caso de Colonia deberíamos citar su antiguo nombre: Colonia Claudia Ara Agrippinensium. En el museo romano germano de la ciudad encontraréis una gran colección de restos entre la que destacan su colección de vidrios.

Otro tópico nos dice que Alemania es una nación de gente excesivamente seria y poco amiga de fiestas. Si creéis esto entonces tenéis que pasaros por el carnaval de Colonia: una época del año a la que se llama “la quinta estación” porque dura nada más y nada menos que desde noviembre hasta febrero. Si es cierto, por otra parte, que comienza con precisión germánica: el 11 del 11º mes a las 11:11.

¿Cuál pensáis que el monumento más visitado de Alemania? No es la puerta de Brandemburgo, sino la Catedral de Colonia. Construida entre 1248 y 1880 se trata también de uno de los monumentos más altos del mundo y toda muestra de la arquitectura gótica que se yergue orgullosa pese a haberlo tenido “todo en contra”.

¿La gastronomía alemana es, ante todo, una sucesión de variedades de salchichas y cervezas? Por supuesto que no, y esto queda demostrado en Colonia. Debido a su situación a orillas del Rin abundan las recetas a base de pescados y al estar cerca de la comarca de Rheingau podemos encontrar excelentes vinos.

Por último, pero no menos importante… ¿pensáis que Alemania es una tierra de clima frío? Pues Colonia tiene uno de los climas más suaves del país, con veranos agradables e inviernos suaves.

Como nos suele pasar nos dejamos innumerables atractivos que os dejamos a vosotros, viajeros, descubrir. ¡No os los perdáis!