Kissel

El kissel no es una comida sino una bebida… y muy sencilla, todo hay que decirlo. Así que es lógico que darle un origen en un país en concreto sea difícil. Se dice que el kissel es filandés cuando no es ruso, letón, lituano, polaco o ucraniano.

Probablemente sea de todas esas nacionalidades a la vez. Al fin y al cabo, ¿quiénes podrían haber sido los primeros en juntar bayas silvestres con un poco de licor y azúcar? Hasta a nosotros, y eso que somos mediterráneos, se nos ha ocurrido hacerlo al pasear entre zarzas repletas de moras.

Pero vamos a lo que os interesará que es la receta: necesitaréis dos tazas de frutas del bosque o vuestras bayas preferidas (moras, arándanos, fresas…), 5 tazas de agua, 4 cucharadas de azúcar, un poco de licor (esto es opcional) y un espesante tipo fécula de patata, almidón o maicena.

Lavad las bayas y poned a hervir el agua. Cuando esté en ebullición poned a fuego lengo y echad las bayas. Dejad que se cuezas durante unos 15 minutos. A continuación, y después de dejar enfrir un poco, pasad las frutas por el pasapurés o la batidora. Echad al jugo el azúcar y el licor (si no queréis “alegrar” la mezcla tampoco pasa nada), inmediatamente echad la mezcla en el agua en el habíais hervido las frutas y ponedlo todo a ebullición otra vez y removed todo. Bajad el fuego y dejad calentar durante unos tres minutos. Mientras tomad el espesante, calentadlo con un poco de agua y echadlo al jugo de frutas, removed hasta que espese. Retirad la mezcla del fuego y dejad reposar a temperatura ambiente hasta que se enfríe. Ahora podréis echar el jugo en vasitos y dejarlo en la nevera.

El kissel es una bebida, pero también es un buen postre. Así que podéis servirlo mezclado con frutas o frutos secos. Nada más fácil para una tarde entre amigos o para la típica comida entre colegas en la que cada uno debe llevar una especialidad de otro país. Con esta receta lo tenéis fácil: si alguien ha llevado un plato ruso o finlandés siempre podréis decir que es polaco… Ya nos entendéis.