Manchester, para no perderse

Manchester no está considerada una de las grandes ciudades turísticas de Inglaterra y por eso es un destino recomendable: no tendréis que véroslas con molestos turistas y la vez encontraréis una bullente cultura vinculada a su historia como capital industrial del Reino Unido.

Todo comenzó en el siglo XIV, cuando se estableció en la ciudad una comunidad de flamencos productores y comerciantes de tejidos. Cuando llegó la Revolución Industrial Manchester supo aprovecharla: se crearon factorías a las que llegaban trabajadores de todas partes del Reino Unido. En 1894 la reina Victoria inauguró el Manchester Ship Canal, lo que, en la práctica, convirtió a la ciudad en un puerto marítimo y en primera receptora de muchas innovaciones tecnológicas e industriales; pero también culturales. Con deciros que Manchester tiene más de 50 museos…

Su importancia económica llega a palparse en sus calles. En ellas podemos ver muestras de arquitectura de vanguardia junto a edificios construidos durante la imperial era victoriana. Igualmente nos encontraremos con constantes menciones a su pasado como meca del ferrocarril y al orgullo de la ciudad, los automóviles de lujo por excelencia: Rolls Royce, cuya factoría estuvo emplazada en Manchester desde 1904 a 1946.

Manchester también se siente muy orgullosa de su legado “pop”: como sabéis su famoso equipo de fútbol, el Manchester United, tiene prestigio internacional; y a finales de los 70 y principios de los 80 del siglo XX el llamado “sonido Manchester” llegó a millones de personas en el mundo; os sonarán grupos como “New Order”, “The Charlatans”, “Happy Mondays” o “The Smiths”. Por cierto, bastantes de los locales en los que actuaron estos grupos siguen abiertos.

Como veis esta ciudad tiene de todo y merece ser visitada. No hagáis caso de los que se no estiman este destino, no saben lo que se pierden.