Sydney, la primera ciudad de Australia

Si cerramos los ojos y pensamos en una ciudad australiana con toda seguridad nos vendrá a la cabeza el perfil de la Ópera de Sydney. Sin embargo más allá de su bahía poco conocemos de ella… y eso que es una bonita ciudad que siempre se encuentra entre las diez con mejor nivel de vida. Eso es algo que salta a la vista: tiene una luz especial, unas amplias calles en las que no faltan árboles, grandes parques, atractivas playas… y deportistas por todos lados.

Es una ciudad sana y muy extensa, de aproximadamente 12.144 kilómetros cuadrados con apenas cuatro millones de habitantes. Estos se dividen entre la parte norte, más moderna y menos urbanizada; y la sur, más bulliciosa.

La mayor actividad de la ciudad se encuentra en su centro. El boyante Central Business District; el impresionante Sydney Harbour Bridge ; “The Rocks”, la zona más antigua de Sydney; o The Glebe, el barrio bohemio; se encuentran aquí. Por cierto, si sentís nostalgia no dejéis de visitar el Spanish Quarter, un barrio entero en el que podréis encontrar locales, restaurantes y productos españoles. No temáis por estereotipos o tópicos: encontraréis muchos españoles auténticos, algunos de los cuales regentan sus negocios desde hace décadas.

También es lugar de obligada visita la famosa playa de Bondi Beach, donde los australianos celebran el fin de año –sobre todo si vais en Diciembre-, aunque también hay otras playas muy recomendables como Coogee, si queréis hacer buceo; o la tranquila Tamarana o la espectacular Bronte.

Antes os hemos mencionado los grandes parques de Sydney. La ciudad tiene una riqueza natural increíble. Además de su fascinante jardín botánico y el emblemático Hyde Park a apenas dos horas del centro de la ciudad encontraréis el fascinante parque natural de las montañas azules.

Maravillas naturales, lugares emblemáticos y rincones con encanto. Sydney lo tiene todo para todos.