En algunos lugares pasan años sin que llueva.

El comportamiento del clima es muy difícil de predecir. Sin embargo hay algunos lugares en el planeta en el que no os equivocaréis si decís “parece que aquí no ha llovido en años”.

Seguramente el primer lugar que os vendrá a la mente es el desierto del Sahara, en África. La precipitación media anual allí es inferior a los 127 milímetros (para que os hagáis una idea la media anual en las regiones más secas de España es de 600 milímetros). Sin embargo de vez cuando se dan en su territorio lluvias tropicales que llegan a inundar el desierto. Las últimas tuvieron lugar en 2006 y las anteriores a esas en 1994.

Otro lugar extremadamente seco y mundialmente famoso es el Valle de la Muerte, en California (EE.UU.). Es fácil entender por qué se le llama así teniendo en cuenta que allí se llegan a alcanzar 56,7 ° C (recordad que el agua hierve a 100º C). Pero sigue sin ser el lugar más seco del planeta pues en este valle se han contabilizado una media de 150 milímetros al año, así que es más húmedo que el Sáhara.

Busquemos en Asia. Entre el norte de China y el sur de Mongolia se encuentra el desierto del Gobi, donde la media anual de precipitaciones es de 194 milímetros. La particularidad de este desierto es que es frío y sus temperaturas máximas no llegan a 40ºC, pero las mínimas pueden llegar a -47ºC.

Si seguimos viajando y llegamos a Oceanía veremos que el lugar más seco es, irónicamente, el lago más grande de Australia. Se trata del Eyre, donde las precipitaciones apenas llegan a los 125 milímetros. ¿Por qué hay entonces una laguna ahí? Sencillamente porque está en el punto más bajo de Australia y ahí se acumula el agua de una cuenca fluvial.

Vayamos ahora a América del Sur. Allí el desierto de Atacama, en Chile. Para muchos este es el lugar más árido del planeta. Sólo os diremos que no registró ningún tipo de precipitación durante 14 años.

Sin embargo actualmente hay científicos que afirmar que el honor de ser el lugar más seco del mundo corresponde a la isla de Ross, una isla volcánica situada en la Antártica. No le basta con ser un lugar donde conviven hielo y fuego. También es una zona en la que, según recientes investigaciones, no ha llovido desde hace ¡dos millones de años!

Como podéis ver hay muchos tipos de desierto además de aquellos en los que las dunas se mueven lentamente bajo las patas de los camellos.