La Antártida tiene su propio dinero

Como todos sabemos la Antártida no es un estado soberano. Si acaso, en lo referente a lo territorial y administrativo, es un continente en el que varios países pueden tener presencia pero cuyos territorios no pueden ser reclamados por ninguna nación como propios. Es lioso, así que os recomendamos que busquéis información sobre el "Tratado Antártico" suscrito en 1959.

Sin embargo sí que tiene moneda propia. Al decir eso seguro que os habéis imaginado multitudes de pingüinos comprando en grandes almacenes de hielo o algo por estilo; al menos nosotros lo hicimos cuando nos enteramos de que existía el "dólar antártico".

Tampoco es una moneda usada por los científicos y especialistas que residan en el continente helado. Desde luego no hay tiendas y no se van a poner a comerciar entre ellos. Sencillamente se trata de una moneda "de colección" aunque, eso sí, de valor real.

La creadora de esta divisa es una empresa canadiense-norteamericana. Tiene su propia web (llamada "bank of antarctica") que vende billetes de diferentes cuantías y que representan fauna de la zona así como a los diferentes exploradores que se aventuraron por territorio antártico. No les debe ir mal porque llevan vendiendo moneda desde 1996 y han llegado a imprimir ediciones especiales (prácticamente como las monedas conmemorativas que vemos anunciadas en las revistas).

Pero no penséis que se trata de un negocio oportunista. Los organizadores del proyecto "Bank of Antarctica" han declarado que el dinero recaudado con la venta de billetes va destinado a sufragar investigaciones y estudios sobre la Antártida. Una curiosa y bonita manera de patrocinio.

¿Debemos entonces invertir en moneda antártica con la que está cayendo? No nos atrevemos a deciros nada porque no somos economistas. Pero la verdad es que si somos coleccionistas o sencillamente queremos ser el alma de una fiesta de especialistas en numismática (que alguna habrá) nunca está de más llevar un par de dólares de estos en la cartera.