Maneras curiosas de celebrar primavera

La primavera, en resumen, supone la vuelta a la vida tras el frío invierno. Suena tan profundo que no es de extrañar que tantas culturas celebren su llegada y en tantos países se convierta en algo casi mágico. Vamos a hacer un pequeño repaso de algunas de esas mágicas costumbres.

En Zúrich (Suiza) se celebra el tercer  lunes de abril con el llamado “Sechseläuten”: las campanas del templo Grossmünster tocan seis veces avisando del fin de la jornada laboral y dando paso a un desfile de gremios que termina con la quema del Böögg, un muñeco de trapo en forma de hombre de nieve que simboliza el invierno.

En la República Checa, Eslovaquia y especialmente en Polonia el protagonista es otro muñeco, pero esta vez representa a  Marzanna, diosa eslava de la muerte y del invierno. Se la puede quemar, pero también ahogar en un río o lanzar desde lo alto de una iglesia. Antiguamente se hacía el cuarto domingo de Cuaresma, pero desde principios del siglo XX tiene lugar el 21 de marzo.

En el estuario del río Severn, en Inglaterra, se produce un curioso fenómeno: la fuerza del oleaje del mar combinada con la del viento del norte y la de las mareas produce olas de agua dulce ideales para hacer surf. El fenómeno se repite cada 15 días a lo largo del año (excepto en mayo), pero en marzo surgen las olas más espectaculares. Así que se ha convertido en toda una celebración de la primavera.

En Japón se celebra el Shunbun No Hi: en el día del equinoccio de primavera (hacia el 20 de marzo) la duración del día y la noche se igualan, circunstancia que Buda aprovecha para ayudar a las almas de los fallecidos a pasar “de una orilla a otra”. Los familiares de los difuntos llevan incienso y flores a sus tumbas. También preparan el botomachi, una bola de arroz y judía dulce.

Estas son las más curiosas que hemos encontrado, pero os animamos a buscar más. ¡Cada cultura es un mundo!