Midsommar (Suecia)

Para muchos suecos se trata de la fiesta más importante después de navidad, para otros tantos es incluso más significativa. Es el Midsommar, la fiesta que celebra la llegada del solsticio de verano. En un país en el que la temperatura media ronda los 7º es lógico que celebren que el sol caliente la tierra durante unos meses hasta que la temperatura alcanza unos agradables 22º.

En todas las ciudades y pueblos de Suecia se organizan comidas al aire libre en las que no faltan patatas, arenques, crema ácida, frutos silvestres y snaps (pequeños vasos de licor); las mujeres hacen coronas de flores y todos, mayores y niños bailan y cantan temas tradicionales alrededor del Midsommarstång, una cruz de madera adornada con una gran corona de flores a cada lado. También hay lugar para barbacoas y para competiciones y juegos típicos como carreras de sacos o sogatira. Se podría decir que Suecia entera se convierte en un gigantesco parque en el que hacer un picnic.

La celebración, la atmósfera, la actitud y los adornos tienen el curioso sabor de una tradición cuyo origen es tan antiguo que no hay constancia de él. Actualmente muchos especialistas opinan que se trata de una festividad vikinga en honor de la fertilidad de la naturaleza con la que se trataba de conjurar un otoño benigno. La posterior cristianización de Escandinavia hizo que el Midsommar antiguo coincidiera con San Juan, pero hubo otro cambio de fecha más reciente: en 1953 se estableció que se celebraría entre el viernes y el sábado que hubiese en la semana comprendida entre el 19 y el 26 de junio.

La fecha en algunas regiones de Suecia tiene un encanto especial debido al conocido “sol de medianoche”. A causa de la inclinación de la Tierra hay zonas a las que no llega la noche durante los días de verano; más bien parece que el atardecer se prolonga durante horas sin que llegue la oscuridad completa. Es entonces cuando nos imaginamos a los antiguos vikingos maravillados ante la magia de ese momento, rendidos al encanto del midsommar.

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