Los Marichis, el sonido de México

Con sus grandes sombreros, sus vistosos trajes charros y su características canciones los mariachis se han convertido en parte fundamental de la imagen que tenemos de México. Afortunamente no se trata de una estampa tópica: el pasado noviembre la UNESCO convertía al legado de los mariachis en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se cuentan orígenes muy variados de estas agrupaciones musicales formadas generalmente por 12 integrantes, cada uno de ellos con un instrumento que puede ir de la guitarra a la trompeta pasando por el acordeón e incluso el arpa. Quizá la narración de su nacimiento más conocida sea la más curiosa.

Estamos en 1862, la época de la ocupación francesa de México. Unos soldados galos hacen una ronda y quedan sorprendidos por una fiesta en la que un grupo de personas cantan temas populares. Preguntan a alguien qué es todo aquello, a lo que el interlocutor les responde que se está celebrando una boda. Los militares no comprenden qué dice al no saber español, así que el preguntado tira del francés que sabe, pronunciado con un fuerte acento mexicano "C'est un marriage". La frase les suena rara y la interpretan como "C'est un mariach", así que acaban pensando que los músicos se llaman "mariachis".

Otra tesis, más aceptada, fue publicada en 2001. Cuenta que la palabra viene de una canción que solían interpretar la agrupaciones indígenas en las iglesias. Esta canción, que mezclaba los idiomas náhuatl, español y latín se titulaba "Maria ce son", que significa "María, te quiero". Hay referencias a este tema en documentos del siglo XVII por lo que de ser cierta, daría a los mariachis varios siglos de historia.

Por aquella época, claro está, no llevarían su famoso traje charro: iban ataviados a la manera indígena y tocados con sombreros de paja. No sería hasta principios del siglo XX que adoptaron la vestimenta que les distingue hoy. Como dato curioso diremos que adoptaron ese traje para asemejarse a otros tipos de grupos y dejar claro que su negocio era el de la música. También por aquella época empezaron a variar su repertorio y de tocar tonadas del México occidental pasaron a las cumbias, las rancheras, los valses y otro tipo de música más de moda.

Esta transformación, según cuentan, tuvo lugar en la Plaza Garibaldi de México Distrito Federal. En aquel lugar se concentraban numerosos músicos dispuestos a dejarse contratar por precios asequibles para todo tipo de festejos. Al parecer los mariachis fueron tomando elementos de otras agrupaciones para hacer su aspecto y su repertorio más atractivo. Lo que en un principio era una adaptación para poder ganarse la vida fue evolucionando hasta convertirse en una manera de entender la música con unos rasgos propios que le han hecho universal e imprescindible a la hora de entender la filosofía de vida mexicana.

Una expresión que, seamos de donde seamos, nos hará gritar al oírla ¡Viva México!